"Cada nuevo amigo que ganamos en la carrera de la vida nos perfecciona y enriquece más aún por lo que de nosotros mismos nos descubre, que por lo que de él mismo nos da."
Miguel de Unamuno

Visible mundo de lo invisible





Hoy todo está conectado. 
Hoy las trabas son líneas quebradas en los cables que cruzan delante de nuestros ojos, uniendo las piezas de este puzzle como un pegamento invisible. Infalible ante miradas ingenuas.
Todo pasa ante nosotros, no hay secretos. Todo pasa de largo. 


Lo que antes era disfraz es ahora costra, perpetua. 
No quedan uñas con las que rascarla y destapar la nueva piel. No quedan llamas con las que envolverla en fuego. 
Sólo queda miedo y cobardía. Sólo el deseo animal de asistir atónito al paso de los días serenos.


Fue en algún momento, escondido bajo carteles coloristas y promesas mundanas, cuando las palabras dejaron de ser símbolos de las ideas para volverse ocres, como la tierra sobre la que escupimos.
Nadie tuvo noticia de cuándo le robaron sus sueños para convertirse en simples fichas, caducas e interconectadas, incapaces de moverse. Ciegas y sordas ante la inmensidad. Mudas ante lo que la corteza esconde.


Y es aquí ̶̶̶—detrás del punto de fuga del horizonte geométrico— donde el deseo es sepultado por la realidad. Se amputan las ilusiones y la ventura marca el límite de lo inalcanzable. Sometidos al vaivén de la masa errática y farsante. Encapuchados para confundirse entre ella. 
Se transfiguran los hechos y se convierten en barro con el que moldear el día a día. Cuando la mentira es mordaza los dogmas se quedan en bragas, con una pistola temblando en la sien si son señalados.


Es justo ahí. 
Donde de veras lo imposible es imposible. Donde el anhelo es inalcanzable y sólo queda pretender tomar su forma para sentirlo pegado a la piel como el viento. Es el veneno que mata y que da cuerda a la vida.
En esta amalgama de cables y ruinas. 
Aún se respira Verdad en el moribundo visible mundo de lo invisible.