"Cada nuevo amigo que ganamos en la carrera de la vida nos perfecciona y enriquece más aún por lo que de nosotros mismos nos descubre, que por lo que de él mismo nos da."
Miguel de Unamuno

Aquí




Donde el negro se pinta de añil y la hierba hiere, donde las manos se secan y las escamas se caen. 
Montado en una bala directa a la cabeza, la calma necesaria es hielo al sol de julio. El aire ya se ha fundido; y flota sin rumbo mecido por el viento contradictorio de la lejanía. 
Es aquí donde las aves silban un continuo despertar de neón eléctrico, donde los claros se retuercen entre ramas y oscuridad súbita. Donde las casas callan a tu paso y las farolas se hacen tenues al mirar. Donde las grietas se cosen con hilo invisible y donde dos líneas paralelas chocan y se entretejen. Donde las horas no son más que montones de arena que lanzar al cielo. Es aquí donde el ruido se armoniza en eco. Donde la sangre hierve congelada. 
Cuando el tiempo se puede tocar y se escapa el norte, y cuando la bruma tranquila devora el sueño. Cuando cada día cambia el color de los zapatos.
Es aquí cuando el sonido de tus pasos redobla al estar sentado. 
Es aquí cuando el infinito se encoge y gotea sobre tu piel.
Es aquí donde el pasado es de madera y el futuro sólo un charco de aceite sobre el que volver a dibujar.