"Cada nuevo amigo que ganamos en la carrera de la vida nos perfecciona y enriquece más aún por lo que de nosotros mismos nos descubre, que por lo que de él mismo nos da."
Miguel de Unamuno

Siempre a la contra.

Aprendí a vivir en una cárcel de costumbres y aún planeo la fuga; allá donde el rumor del silencio se viste de ruido. 
Mi horizonte no era de mar, sino de áridos llanos y olas de viento. Mil noches de borrasca, mil días de sequía. Impaciencia y soledad colgadas del segundero. Trajín de bielas y gargantas vacuas. 
Estudié la ignorancia y me eduqué en la huida. 


Y huí. 
Y morí solo. 


Amé la libertad bebiendo gasolina y fuego. Me convertí en humo sin incendio, en pasto efervescente. 
Un nómada de la rutina. 
Un emigrante de mí mismo.